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Claves para trabajar como freelance

Trabajar por nuestra cuenta trae consigo muchas ventajas, pero también requiere dedicación y esfuerzo.

Claves para trabajar como freelance
Por Beatriz Prieto | Publicado: Miércoles 18 Noviembre 2020 10:58

Con el auge de las nuevas tecnologías de la comunicación y la proliferación de las redes sociales, una de las salidas laborales que está sufriendo un gran aumento en los últimos años es el trabajo como freelance. El sector audiovisual, de hecho, es uno de los que se ha visto más favorecido en este aspecto, dado que, aunque acoja numerosos campos, muchos de ellos facilitan la posibilidad de que los profesionales ejerzan su trabajo de forma independiente, como pueden ser periodistas, diseñadores gráficos, guionistas, community managers o desarrolladores web, entre otras muchas.

La organización es un elemento clave a la hora de desarrollarnos como freelance

La organización es un elemento clave a la hora de desarrollarnos como freelance

Entre las ventajas que ofrece ejercer nuestra profesión como freelances, podemos encontrarnos con el hecho de que podemos trabajar desde casa y ahorrarnos los desplazamientos, uno es dueño de su tiempo y de aquel que quiere dedicar a su trabajo o el hecho de que no tendremos que seguir las órdenes de nadie, al ser nuestro propio jefe. No obstante, a la hora de lanzarnos como freelances, también debemos tener en cuenta algunos inconvenientes.

Entre las trabas que podemos encontrar, destacan el hecho de que ese puesto requiera trabajar más horas de las convenidas (especialmente al principio), que haya que gestionar los pagos a la Seguridad Social y presentar declaraciones trimestrales y anuales de impuestos, al igual que hay que contar con libros de registro de facturas, ingresos y gastos; y el hecho de que, al trabajar des de casa, podemos ver muy reducida nuestra vida social. Aun así, teniendo en cuenta las ventajas que ofrece ser freelance en la actualidad, sigue siendo una salida laboral que atrae cada vez a más gente. Por eso, recogemos algunas de las claves necesarias a la hora de lanzarnos al mundo del freelance, que nos pueden ayudar a decidirnos por esta apuesta o desarrollarnos en ella, si ya hemos comenzado ese camino.

1 Conoce tus obligaciones legales

Lanzarse al mundo freelance hoy en día, aunque sea a través de Internet, requiere cumplir con una serie de obligaciones legales, dependiendo de nuestra situación y nuestra dedicación. Por este motivo, ya trabajemos directamente para una única empresa o por libre, para varios clientes, debemos informarnos debidamente de qué procedimiento debemos llevar a cabo para llevar a cabo nuestra labor, como puede ser el darnos de alta en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) o en el Régimen especial de trabajadores autónomos, lo que implicaría pagar la correspondiente cuota.

Es importante que conozcamos cuál será nuestra situación de comenzar a trabajar y al desarrollarnos como freelance, dependiendo de si es una actividad a la que queramos dedicarnos a tiempo concreto o si es algo más orientado a obtener unos ingresos extra y desarrollarnos como profesionales. Aspectos como la facturación, el IVA en nuestras facturas o el IRPF se deben tener en cuenta a la hora de trabajar con nuestros clientes, al igual que nuestras obligaciones a la hora de hacer la declaración de la renta correspondiente.

Más allá de informarnos sobre nuestras obligaciones, también debemos tener en cuenta las ayudas oficiales a las que podamos acceder dependiendo de nuestra situación. Esto es algo fundamental si uno se estrena como freelance, dado que, como nuevo autónomo, por ejemplo, durante dos años tus cuotas a la Seguridad Social se reducen a sesenta euros mensuales, frente a los 284€ de la cuota mínima de los veteranos, e incluso el IRPF de las facturas se queda en un 7%. Conocer aspectos legales como estos, no solo evitará problemas en el futuro, sino que también favorecerá nuestro desarrollo como profesionales y la obtención de ingresos en los primeros pasos de nuestra carrera como freelance.

2 Cuenta con un fondo de emergencia

Ser nuestro propio jefe es una idea muy tentadora, pero trae consigo muchas responsabilidades, al igual que riesgos. Entre dichos escollos, está el económico, dado que comenzar como freelance no es algo precisamente sencillo o que tenga garantizado su éxito desde nuestros inicios, incluso aunque nos lancemos en esta "aventura" gracias a los clientes que han ido solicitando nuestro trabajo al verlo plasmado en ventanas como las redes sociales. Por esa razón, es importante que contemos con algunos ahorros importantes en caso de que nuestra carrera como freelance no acabe de despegar, dado que debemos seguir pagando nuestros gastos, sobre todo si no se trata de una labor que hagamos en nuestro tiempo libre y queremos tomárnoslo más en serio.

Tan importante es tener ahorros como, en el caso de no disponer de ellos, contar quizás con otro empleo que, junto a nuestra labor como freelance, pueda cubrir nuestras necesidades económicas mientras va despegando nuestra faceta profesional independiente. De esa forma, siempre podemos hacer una transición desde un empleo en una empresa hacia nuestra carrera como freelance, sin correr demasiados riesgos, mientras comprobamos si es lo que realmente queremos y descubrimos cuáles son nuestras fortalezas y solventamos nuestras debilidades con el fin de ofertar un mejor servicio.

Lo ideal en estos casos es que tengamos en cuenta cuáles serán los gastos que tengamos tanto a nivel personal como profesional e intentemos asegurarnos de tener lo suficiente para cubrir gran parte de ellos, en caso de que pasemos por una época en la que escasee el trabajo y tengamos menos clientes y, en consecuencia, menores ingresos. Además, minimizar dichos gastos también nos puede ayudar a tener cierta seguridad económica. Después de todo, especialmente al inicio, ser freelance es una labor que requiere mucho tiempo y dedicación para conseguir darnos a conocer y, en consecuencia, ir adquiriendo más clientes y más ingresos con nuestro trabajo.

3 Diseña un plan de negocio

Aunque seamos los únicos implicados en nuestra labor como freelance, lo cierto es que diseñar un plan de negocio como guía nos puede servir para organizar nuestro trabajo, aunque no sea tan específico y elaborado como el que realizan las empresas. Es decir, debemos tener claros qué objetivos perseguimos como trabajadores independientes, qué recursos emplearemos para conseguirlos, qué clientes deseamos captar, cómo queremos alcanzarlos, cuáles serán nuestras tarifas y horarios, entre otros aspectos que queramos dejar claros antes de empezar a trabajar.

Definir estos aspectos sobre nuestro trabajo, ayuda mucho a la hora de desarrollar nuestra carrera profesional e ir cumpliendo los objetivos que tenemos marcados para ir avanzando en nuestra carrera y desarrollarnos exitosamente como profesionales. Tener una meta que alcanzar favorece que nos centremos en ella para cumplirlo de una forma más eficiente. Además, tener estos aspectos definidos nos puede ayudar mucho a la hora de tener trato con nuestros clientes, especialmente cuando tengamos que lidiar con aquellos que puedan ser "tóxicos", es decir, aquellos que puedan tener exigencias injustas, como pedir ciertos resultados en plazos "imposibles" o pagar menos de lo que merece nuestra carga de trabajo.

Tener claros cuáles son los principios que rigen nuestro trabajo, al igual que nuestra forma de proceder, puede ayudarnos a lidiar con esta clase de situaciones, dado que podremos dejar las cosas claras desde el principio, para evitar mayores problemas. Después de todo, al ser nuestros propios jefes, toda responsabilidad y gestión recae directamente sobre nosotros, por lo que contar con un plan de acción evitará improvisaciones que puedan perjudicar los resultados de nuestro trabajo y nuestra imagen.

4 Desarrolla tu marca personal

El mercado laboral del sector audiovisual está repleto de profesionales que se han decantado por desarrollar su carrera como freelance. Por eso, es importante demostrar qué nos puede diferenciar del resto, cuál es nuestra "seña" de identidad, es decir nuestra marca personal. A través de ella, podremos resaltar como profesional en un vasto mercado, al mismo tiempo que dejamos patente nuestro nivel de profesionalidad, por lo que tenemos que tener muy claro cómo queremos crear dicha marca (si es que no la tenemos) para que refleje nuestro compromiso con nuestro trabajo, y cómo potenciarla a través de Internet.

Un buen medio para darnos a conocer gracias a nuestra marca personal lo podemos encontrar en las plataformas especializadas para freelance, a las que suelen acudir empresas o particulares en busca de unos servicios adecuados a sus necesidades. Así, podemos encontrar sitios web como UpWork (plataforma de teletrabajo más importante a nivel mundial, con más de doce millones de trabajadores y más de dos millones de empresas registrados) o Peopleperhour, útiles para trabajar para empresas de países como Estados Unidos, Canadá o Inglaterra; Freelancer, que recoge propuestas de trabajo en España o la conocida red social LinkedIn, a través de las cuales podemos potenciar y dar a conocernos a través de nuestra marca personal.

No obstante, este método no debe ser el único a través del cual dar a conocer nuestra labor como freelance. Contar con perfiles activos en redes sociales es un punto a nuestro favor que nos puede ayudar, además, a captar clientes, al igual que poseer un sitio web propio en el que no solo mostrar nuestro trabajo a través de portfolios, sea cual sea, sino también recoger información como nuestras tarifas o los clientes con los que ya hayamos tenido ocasión de trabajar. Además, un sitio web puede servir como medio para captar datos de nuestra potencial clientela, dado que podemos conocer cómo acceden a nosotros y cuántas visitas acumula nuestra web, pudiendo así modificar nuestro plan de negocio para conseguir más trabajo y mayores ingresos. Para ciertos sectores del mundo audiovisual, tener una web también puede suponer una clara evidencia de nuestro trabajo si, por ejemplo, nos dedicamos al mundo del diseño web: no hay mejor prueba de nuestra profesionalidad que algo que hemos elaborado para nuestro propio uso.

5 Organiza tu tiempo

Uno de los pilares básicos y más esenciales a la hora de comenzar a trabajar como freelance es la organización de nuestro tiempo. Es evidente que, al comenzar ese camino, el tiempo que podemos dedicar a nuestra vida laboral seguramente vaya a ser mucho más del que dedicaríamos a la hora de trabajar en una empresa, como ocurre con cualquier autónomo que quiere dar un impulso a su negocio tras su inauguración. Al ser desconocidos en una vasta red, debemos comprometernos a dedicar una parte importante de nuestro tiempo a darnos a conocer, mostrar nuestro trabajo y atraer clientes a través de los distintos medios de los que dispongamos.

No obstante, una vez comenzamos a disponer de un camino más claro, con clientes habituales, encargos y visibilidad, debemos imponernos unos horarios adecuados a una justa jornada de trabajo. No significa que haya que respetarlo incluso en casos excepcionales, como cuando tengamos que solucionar algún problema o debamos cumplir con las deadlines que hemos acordado con el cliente, pero es importante saber cuándo debemos o no trabajar para evitar que acabemos dejando nuestra vida social a un lado. De hecho, las vacaciones y los descansos son tan importantes en el ámbito laboral como las horas en las que estamos trabajando, dado que, si no desconectamos y descansamos, eso acabará afectando a nuestro rendimiento y a los resultados de nuestro trabajo.

Dada la libertad y flexibilidad en los horarios de las que disponemos al ejercer nuestra profesión como freelance, es indispensable que contemos con cierta autodisciplina para administrar nuestro tiempo de la forma más eficiente y cómoda posible. En ese tiempo, además, no solo podemos tener en cuenta nuestra faceta personal y laboral, sino que es aconsejable también el hecho de favorecer nuestra trayectoria profesional dedicando algo de tiempo a seguir formándonos, con el fin de no quedarnos atrás en nuestro ámbito, ya sea a través de cursos presenciales u online, seminarios, charlas o libros, entre otras muchas opciones. Por supuesto, también es importante conocer dónde está nuestro límite: a más proyectos en los que trabajemos, más tiempo debemos dedicar, y el tiempo no es ilimitado. Tener un exceso de carga de trabajo puede acabar perjudicando todos nuestros resultados y perjudicaría nuestra imagen, por lo que es esencial aprender que, en ocasiones, debemos rechazar clientes con el fin de no renunciar a la calidad y la productividad.

Asimismo, para administrar adecuadamente nuestro tiempo y ser eficientes en nuestro trabajo, siempre podemos contar con el apoyo de aplicaciones destinadas a ayudar en estos aspectos: por ejemplo, existen algunas como Asana, Bitrix24 o Wrike, cuya finalidad es organizar nuestra carga de trabajo o marcar fechas límites, entre otras opciones; mientras que otras como Horario de Trabajo permiten realizar un seguimiento del tiempo que invertimos en cada proyecto, con el fin de optimizarlo y ser conscientes de cuánto podemos tardar en obtener el proyecto final. Tan solo unos pocos de los muchos ejemplos de aplicaciones que podemos encontrar en la red para utilizar como herramientas en nuestro camino como freelance.

6 Haz networking y publicítate

Como ya hemos comentado en puntos anteriores, es importante darse a conocer, con el fin de captar clientes, por lo que debemos publicitarnos como profesionales y mostrar nuestro trabajo en todos los medios que sea posible para poder alcanzar a nuestros clientes potenciales, siempre dentro del público adecuado para nuestro contenido. No obstante, esto no es lo único importante a la hora de trabajar como freelance: debemos establecer también lazos con otros profesionales de nuestro sector o, lo que es lo mismo, crear nuestra propia red de contactos, lo que se conoce popularmente como "networking".

Construir relaciones con otros profesionales relacionados con nuestro ámbito de trabajo, puede servirnos para establecer una retroalimentación a través de la cual intercambiar conocimientos, poner en contacto a clientes o incluso recomendarnos en caso de que no cubramos las necesidades de un cliente, pero sí pueda hacerlo otro compañero. Para establecer estas redes, no debemos limitarnos solo a las relaciones "online", sino que también debemos aprovechar eventos, cursos, ferias o congresos, entre otros, para conocer gente con la que incluso podamos acabar colaborando en ciertos proyectos, favoreciendo que nos demos a conocer cada vez más entre los profesionales del sector audiovisual.

Asimismo, tanto a la hora de publicitarnos ante nuestros potenciales clientes como a la hora de establecer relaciones laborales, podemos recurrir a otras herramientas, más allá de las redes sociales, las aplicaciones para freelance o los sitios web: podemos elaborar una newsletter con nuestro contenido, incluso sin contar con un blog o una web personal; podemos crear un podcast en el que volcar y compartir nuestros conocimientos; realizar entrevistas a personas destacadas de nuestro campo; o incluso realizar colaboraciones a través de webinars o guest post. Lo importante es estar activo y tratar de ser originales a la hora de ir más allá de nuestros proyectos, con el fin de conseguir un mayor reconocimiento que, a la larga, se acabaría traduciendo en un incremento en nuestros ingresos.

7 Establece un valor adecuado para tu trabajo

A la hora de comenzar nuestra labor como freelance, es importante conocer cuánto tiempo nos llevará realizar determinadas tareas de nuestro campo, con el fin de establecer una tarifa adecuada. Si no, siempre nos arriesgamos a trabajar más tiempo del que compensa nuestra tarifa, al igual que debemos tener en cuenta el precio de los materiales que debamos emplear en nuestra tarea como profesionales.

Para establecer unas tarifas justas, debemos conocer el mercado actual según los servicios que ofrezcamos. Esto evitará tanto que devaluemos nuestro trabajo como el de nuestros compañeros, como que exageremos nuestros precios y dejemos de ser competitivos, lo que podría propiciar que nuestros clientes nos abandonen en pos de otros profesionales con mejores precios. Asimismo, es recomendable evitar estrategias "low cost", dado que suelen atraer clientes que suelen contratar según el precio y que, en general, pueden valorar mucho menos la parte creativa, lo que podría complicar nuestro trabajo. Por ello, siempre es mejor ofertar precios "premium" que incluyan ventajas atractivas para nuestros clientes.

Para dejar claro nuestro acuerdo con los clientes, es muy importante que seamos muy claros al redactar nuestros presupuestos, en los que lo aconsejable es incluir cláusulas que eviten conflictos en el futuro, además del precio de nuestros servicios. Podemos contar con unas cláusulas básicas, pero siempre debemos tener en cuenta a qué cliente nos dirigimos y que ambas partes tengan claras el modo de trabajar y las condiciones de cada servicio, al igual que ha de establecerse el cobro de un anticipo para evitar problemas. Así, podemos incluir en los presupuestos aspectos como nuestra política de cancelación, número de revisiones, derechos de autor, la no devolución del anticipo según qué condiciones, el límite de responsabilidades durante el servicio, o el calendario de entregas y los plazos para ambas partes o la confidencialidad, entre otras cláusulas más o menos esenciales, dependiendo de la labor que ejerzamos como freelance. Cuanto más claras estén las cosas entre cliente y freelance antes de comenzar a trabajar, menos escollos habrá en el proceso.

8 Mantén una comunicación eficaz

Aunque el hecho de trabajar como freelance nos brinda la oportunidad de ser nuestros propios jefes, lo cierto es que, a la hora de acordar un proyecto con un cliente, hay que tener en cuenta sus preferencias y la finalidad de nuestro trabajo. Para ello, hay que mantener una comunicación constante, tanto antes de comenzar, como durante todo el proceso y tras su finalización. Mantener un buen feedback con nuestros clientes puede crear una relación de confianza que se valore incluso más allá de nuestro salario y que pueda ayudar a que una persona o empresa se decante por contar con nosotros antes que acudir a otros profesionales.

Es esencial evitar futuros problemas dejando claro antes de comenzar a trabajar qué es lo que el cliente necesita, qué espera obtener de nuestro trabajo, mientras que nosotros debemos comunicar lo más concretamente posible nuestro método de trabajo. Ya durante el proceso de trabajo, la comunicación puede seguir presente resolviendo las posibles dudas que puedan surgir del cliente, además de mostrar, según hayamos acordado, el desarrollo de nuestro proyecto para recibir su visto bueno antes de continuar. Tan importante es la comunicación en estas dos fases, como tras la finalización del proyecto. Los comentarios que nos pueda brindar el cliente una vez ha recibido nuestro trabajo, nos pueden ayudar a la hora de mejorar la satisfacción de nuestros clientes, ya sea a través de comentarios o conversaciones directas, como a través de herramientas como una encuesta cerrada.

Una buena comunicación es un método perfecto para estrechar lazos con clientes que puedan contar con nosotros en el futuro o que puedan contar con potenciales clientes a los que recomendarnos como profesionales. No obstante, recobra una mayor relevancia en aquellos casos en los que nos topamos con buenos clientes, ya sea por su importancia en el sector en el que trabajan como por su forma de relacionarse con nosotros, por lo que debemos esforzarnos especialmente en estos casos, dado que incluso propicia que nuestra labor sea más satisfactoria para nosotros. No hay que ignorar el hecho de que el dinero es importante, como para cualquier trabajo, pero tampoco tenemos por qué vendernos a cualquier precio: el hecho de que nos paguen por nuestra labor no implica que tengamos que permitir que un cliente cruce ciertos límites, como las faltas de respeto, la exigencia de plazos imposibles o cambios de última hora que no podamos cumplir.