Desconectar del trabajo cuando termina nuestra jornada laboral no siempre ese sencillo, incluso con un empleo relacionado con el ámbito audiovisual. Mantener nuestro puesto nos presiona en muchas ocasiones para dar lo máximo de nosotros mismos y, a veces, eso lo podemos llevar al extremo, más allá de nuestro horario laboral, lo que a la larga nos acaba perjudicando, al vernos incapaces de dejar al lado nuestra faceta profesional mientras tratamos de relajarnos.
Pasar tiempo con los nuestros es una buena forma de desconectar del trabajo
A pesar de las dificultades, es esencial aprender a alejarnos del trabajo una vez ha concluido nuestra jornada laboral, puesto que, de no hacerlo, nos acarreará problemas físicos, mentales y emocionales, además de sociales. No relajarnos, dedicarnos tiempo a nosotros o a lo que nos gusta, conllevará, por ejemplo, a que empeore nuestra vida personal y las relaciones que tenemos con nuestro entorno, que desarrollemos ansiedad, depresión o fatiga, e incluso que todo ello se traslade a nuestro cuerpo a través de dolores, trastornos digestivos o alteraciones del sueño.
Ser conscientes de que no somos capaces de desconectar del trabajo de un modo adecuado, es un primer paso esencial para lograr apartarnos del mundo laboral fuera de nuestro horario. De conseguirlo, podremos estar más preparados para afrontar cada jornada, evitaremos la fatiga y nos sentiremos más motivados y productivos, entre otras ventajas. Además, ante la importancia de dejar atrás nuestras responsabilidades y preocupaciones en nuestro tiempo libre, recopilamos algunas de las claves esenciales que nos ayudarán a conseguir que, fuera de nuestra jornada laboral, nos sintamos realmente libres y sin ataduras.
1 Planifica tu semana
En apariencia algo muy básico y quizás innecesario, planificar nuestro horario durante la semana nos ayuda a definir el tiempo que dedicamos al trabajo y aquel en el que podemos centrarnos en nosotros mismos. Con nuestro tiempo organizado, podremos ayudarnos a desconectar con mayor facilidad para centrarnos en lo que tenemos marcado, al igual que tendremos ocasión de definir a qué dedicamos cada espacio de nuestra jornada o podremos identificar con mayor facilidad qué huecos de nuestro día a día es mejor aprovechar para una u otra actividad, estén o no relacionadas con nuestra profesión.
2 Crea tu propio ritual
El tiempo de desconexión es para eso: para desconectar. Por ello, es importante que, para ayudarnos a conseguirlo, elijamos bien detalles como dónde deseamos descansar de nuestra jornada laboral, puesto que si no está relacionado con nuestro lugar de trabajo, eso supondrá una gran ventaja. Además, todo depende de cómo queramos disfrutar nuestro tiempo libre: no estaremos en el mismo lugar si queremos relajarnos que si queremos disfrutar de la compañía de nuestros amigos.
A esto también podemos sumar otros detalles que nos ayuden a apartarnos del ambiente de trabajo en el que nos movemos, como el hecho de cambiarnos de ropa para ponernos algo más cómodo o llevar un calzado muy diferente. Asimismo, sencillos gestos como darnos una ducha, ponernos algo de música o acomodarnos en el sofá, nos predisponen para que nuestra mente se aleje de nuestra faceta profesional y se vaya alejando hacia un escenario más relajado y apartado de la misma, para lograr retomar nuestro trabajo de un modo más fresco y descansado.
3 Dedica tiempo a los tuyos
Antes de disfrutar de nuestro tiempo libre, es importante zanjar los conflictos laborales en nuestro lugar de trabajo, con el fin de evitar que nos los "llevemos" a casa. Una vez conseguido, otra forma de desconectar que merece la pena es dedicar nuestro tiempo libre a aquellas personas que son importantes para nosotros, tanto a nivel familiar como a nivel de amistad.
Algo tan básico como charlar con ellos, incluso aunque sea para desahogarnos sobre aquello que nos pesa en el trabajo o cómo nos sentimos en nuestro ámbito laboral, sirven como un puente hacia la desconexión total y hacia la posibilidad de sentirnos mucho mejor, al mismo tiempo que conectamos con nuestros seres queridos y recibimos su apoyo y consejos. Asimismo, disfrutar de actividades de otro tipo en compañía agradable, hacen que disfrutemos de ello muchísimo más y, al mismo tiempo, esto nos aleje por completo de nuestro ámbito laboral.
4 Aprovecha para disfrutar de tus hobbies
Fuera del trabajo, todos solemos tener alguna actividad o pasión de la que disfrutamos enormemente en nuestro tiempo libre. Los hobbies no son simples actividades en las que mostremos nuestras habilidades o gustos, sino que también son una buena forma de conseguir sentirnos bien, libres y apartados de nuestra profesión.
Leer, ver una serie o una película, pintar o tocar algún instrumento son solo algunas de las actividades que podemos disfrutar para apartar por completo nuestras responsabilidades laborales, al igual que también es adecuado buscar nuevas pasiones en otra clase de ámbitos que no hayamos tenido ocasión de explorar con anterioridad. El caso es que dispongamos de la posibilidad de sumergirnos en cualquier actividad que nos permita evadirnos e incluso hacernos sentir mejor a nosotros mismos, lo que además favorecerá aún más nuestra actitud de cara a ejercer nuestra profesión.
5 Practica deporte o técnicas de relajación
Practicar cualquier deporte es un buen recurso para conseguir ser más productivos en todos los ámbitos de nuestra vida. El deporte no solo nos ayuda a mantener una buena salud física a múltiples niveles, sino que también incluye otros beneficios como aliviar el estrés, mejorar nuestro sueño o nuestro estado de ánimo o aumentar nuestra energía, lo que a la larga tendrá beneficios sobre todos los ámbitos de nuestra vida, incluido el laboral.
Dentro del ámbito deportivo, las técnicas de relajación suponen un plus a la hora de apartarnos del ámbito profesional, incluso también del resto de preocupaciones que nos invadan a lo largo del día. Visualizarse en un lugar agradable, centrarnos en la respiración o cualquier práctica que nos ayude a alcanzar un relax adecuado, son un gran aliado para tranquilizarnos y, en muchos casos, ver las cosas más claras antes de volver a encarar una nueva jornada laboral.
6 Programa una escapada
El simple hecho de preparar un viaje, mirando alojamientos, lugares de interés que visitar o rutas que realizar, ya supone un primer paso hacia la desconexión, puesto que nos centramos en algo que no tiene relación con nuestro puesto de trabajo. Eso, sumado al posterior viaje o escapada que realicemos, nos ayudará a llevar nuestro objetivo aún más lejos, puesto que salir de casa nos aparta algo más de nuestro ámbito laboral (especialmente si teletrabajamos).
De hecho, disfrutar de, al menos, un par de escapadas al año, nos ayudará a despejarnos al disfrutar de nuevas experiencias o conocer gente nueva, entre otras cosas, sin importa cuánto dure el viaje. Todo sea con el fin de que tanto nuestra mente como nuestro cuerpo se alejen de todo aquello que tenga que ver con nuestro puesto de trabajo, por lo que no debemos subestimar ni siquiera los viajes breves de fin de semana o, incluso, de un día.
7 Desconecta de las redes sociales
En una sociedad tan conectada como en la que vivimos, una buena forma de asegurarnos de que nuestra faceta profesional no nos invada en nuestro tiempo libre es apartarnos de las redes sociales, incluso del teléfono, lo que también incluye aplicaciones como WhatsApp o Telegram, a través de las cuales corramos el riesgo de recibir mensajes de parte de nuestro jefe o de alguno de nuestros compañeros de profesión.
De esta forma, nos aseguraremos no solo de no ver ningún correo electrónico, mensaje o llamada por parte de nuestro entorno laboral, sino que también evitaremos el luchar contra la tentación de responder, lo que inmediatamente nos llevaría a reconectar con nuestro puesto de trabajo fuera del horario pertinente. Apagar las pantallas que nos rodean, o las notificaciones, para apostar por otras actividades, supone una ventaja para disfrutar de verdad de nuestro tiempo libre y, posteriormente, volver al cien por cien a nuestro puesto de trabajo.