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TIRANDO DE INICIATIVA

Cómo crear un crowdfunding para financiar tu proyecto profesional

En ocasiones podemos recurrir a internet para buscar un público que financie nuestros proyectos para hacerlos realidad.

Cómo crear un crowdfunding para financiar tu proyecto profesional
Por Beatriz Prieto | Publicado: Jueves 25 Febrero 2021 16:12

En medio de un mundo muy interconectado gracias a los medios de comunicación y, especialmente, Internet, ha surgido una popular forma de conseguir dinero para financiar proyectos de todo tipo, sin tener que recurrir a inversores, bancos u otras entidades: el crowdfunding. A través de esta iniciativa, uno puede exponer su proyecto o producto en una plataforma especializada, con el fin de conseguir que un público interesado vaya aportando una cantidad de dinero hasta sumar aquella con la que se pueda hacer realidad.

Conectar con personas interesadas en nuestro trabajo puede favorecer que consigamos financiación para nuestros proyectos

Conectar con personas interesadas en nuestro trabajo puede favorecer que consigamos financiación para nuestros proyectos

Según un estudio de la Universidad Complutense de Madrid, aunque en España no llegamos a cifras como las que se manejan en Estados Unidos, en 2017 se recaudaron más de cien millones de euros en campañas de micromecenazgo, un 35% más que el año anterior. Una cifra que, en 2019, ya sobrepasaba el doble, al superar los 200,8 millones de euros recaudados a través de crowdfunding en España, demostrando el creciente éxito de estar forma tan práctica, directa y sin intermediarios de llevar a cabo nuestros proyectos.

La ventaja de este modelo de financiación es más que evidente: no dependes de la valoración de una empresa o profesionales para sacar adelante tu producto, sino que es el público directamente, con la información que tú les aportes, quien decide si apuesta o no por él, lo suficiente como para aportar dinero. Un movimiento que, además, los convierte en consumidores o compradores de lo que están financiando, por lo que implica un cierto compromiso recíproco. Por esa razón, el crowdfunding puede servirnos como un buen recurso para desarrollar nuestros proyecto, para lo que, antes, debemos tener en cuenta algunos pasos básicos para poder tener éxito.

1 Investiga otras campañas de crowdfundings

Una vez que tenemos claro que nuestro producto o proyecto puede encajar para poder nacer de un micromecenazgo, es importante que estemos bien informados sobre lo que debemos crear para mostrar el producto de forma atractiva y conseguir el dinero. Para ello, es aconsejable que recurramos a campañas de este tipo, si puede ser similares a nuestro proyecto, para tener una referencia sobre qué es lo que puede funcionar antes de crear nuestra campaña. De esa forma, podremos evitar más errores al no ir a ciegas, e incluso potenciar aquellas debilidades que podamos detectar.

Cómo lo han vendido, qué han incluido en la campaña, qué es lo que ha atraído al público o qué enfoque han empleado son algunos de los aspectos a los que podemos prestar atención, entre otros muchos, para aprender de dichas campañas. Un buen ejemplo es la campaña que Kristen Bell, protagonista de la serie 'Veronica Mars', y su creador, Rob Thomas, organizaron para recaudar fondos y rodar una película basada en dicha producción.

El largometraje salió a la luz en 2014, después de casi triplicar la cantidad necesaria que se habían marcado (dos millones de dólares), al alcanzar los 5,7 millones gracias a cerca de 92.000 patrocinadores. De hecho, la campaña sobrepasó su objetivo en apenas diez horas desde su publicación, un caso llamativo que se produjo gracias al apoyo de los fans de la serie, pero que puedo servirnos de referencia. Por supuesto, es complicado contar con un gran fandom como ese detrás para apoyar nuestro proyecto, pero estas campañas siempre pueden servir como ejemplo de lo que puede atraer a la gente. A ella podemos sumar la campaña del videouego "Shenmue 3", proyecto de Yu Suzuki y su equipo, con el apoyo de empresas como Sony Interactive Entertainment, que se cerró en Kickstarter con una cantidad que triplicaba el objetivo inicial: 6.333.295 dólares

2 Sopesa los beneficios y riesgos

De primeras, el beneficio más evidente a la hora de emprender una campaña de crowdfunding es el hecho de que tenemos la posibilidad de obtener el dinero suficiente para desarrollar nuestro proyecto. Asimismo, al situarlo en una plataforma de crowdfunding, ya implica darle publicidad y, en consecuencia, podemos medir el interés que genera en el público potencial. Otra clara ventaja, es el hecho de que no pierdes dinero en caso de que las cosas no salgan bien, aunque en esos casos contaremos con el inconveniente de que sí perderemos tiempo.

A esta desventaja, se suma el hecho de que este proceso requiere mucha dedicación, que puede acabar provocando un cierto desgaste, por lo que es importante que tengamos claro que estamos totalmente comprometidos con nuestro producto o proyecto. Además, puede que corramos el riesgo de que, a pesar de alcanzar la meta que nos hemos propuesto, nos demos cuenta durante el desarrollo de que no hemos calculado bien los gastos. Una cantidad en la que, ya de entrada, debemos tener en cuenta la comisión que adquiere la empresa de micromecenazgo a la que recurramos, las cuales suelen llevarse entre un cinco y un nueve por ciento de los recaudado. Junto a ello debemos tener en cuenta aspectos como los gastos de envío de las recompensas hacia nuestros patrocinadores, dado que los fallos en las entregas o los costes inesperados podrían hundir nuestra reputación ante nuestros clientes y mecenas.

3 Prepara tu proyecto

Lo primero que es importante a la hora de abordar el desarrollo de nuestro proyecto es que tengamos muy clara la idea que vamos a abordar, al igual que debemos fijar unos objetivos realistas. En ello se esencial incluir una buena descripción del proyecto, además de tener claros los motivos por los que merece la pena invertir en nuestra idea, y los beneficios que podría aportar a nuestros potenciales mecenas. Asimismo, hay que tener en cuenta si se trata de un proyecto que se pueda elaborar en solitario, como un cómic o una novela, o requiere de un equipo, al que también debemos tener muy presente a lo largo del proyecto, en la posterior campaña y promoción y en el cierre de la misma.

Otro de los aspectos destacados que hay que incluir antes de lanzar la campaña, es el establecer una cuidadosa planificación, en la que debemos establecer también la duración de la campaña. Ya sea porque vamos a preparar un corto, queremos lanzar un videojuego o un podcast, entre otras muchas iniciativas del mundo audiovisual, debemos tener claro el proceso que vamos a llevar a cabo para hacerlo realidad, especialmente cuando es recomendable que lo compartamos con aquellos que han invertido en nuestra ilusión, con el fin de mantener una cierta sensación de seguridad sobre su apuesta. Además, debemos tener en cuenta el material que necesitaremos para la campaña, ya sean fotos, vídeos, opiniones, bocetos u otros elementos básicos para mostrar, aunque solo sea un atisbo, el resultado que esperamos obtener al concluir el proceso.

Investigar a nuestro público objetivo también es un aspecto esencial de nuestra preparación, puesto que conocer al tipo de personas a las que les pueda interesar nuestro proyecto nos ayuda también a desarrollar una adecuada campaña de promoción una vez que la hayamos publicado en una web. De esa forma, podremos establecer qué canales de comunicación o qué redes sociales serán las más adecuadas para darnos a conocer al público que, potencialmente, pueda estar más interesado en lo que tenemos que ofrecer. Por supuesto, debemos establecer, como parte de esa futura promoción, un sistema de recompensas que resulte atractivo, al mismo tiempo que eficaz, con el fin de atraer inversores: es importante que lo que ofrezcamos esté a la altura del precio que pedimos, para lograr alcanzar el dinero que necesitamos.

4 Establece el tipo de crowdfunding

El primer paso a la hora de pensar en el tipo de crowdfunding al que recurriremos, es valorar si girará en torno a un proyecto Kepp-It-All (KIA) o All-Or-Nothing (AON). En el caso del primero, la financiación queda en manos del encargado de la campaña, salga o no adelante el proyecto, mientras que el segundo se basa en que el creador mantiene la financiación solo en caso de que se cumpla el umbral objetivo. Por supuesto, la segunda tiene mucho más éxito entre los potenciales inversores, dado que conlleva un menor riesgo: si el proyecto no sale adelanta por falta de financiación, recuperan lo invertido y, en caso de que se alcance la cantidad necesaria, recibirán la recompensa prometida. Sin embargo, esta en nuestra mano escoger una u otra forma de financiación, siempre teniendo en cuenta los riesgos y compromisos a los que nos atenemos con cada uno de ellos.

Asimismo, hay que tener presente que existen varias clases de crowdfunding: de donaciones, de acciones, de préstamos o crowdlending, de royalties y de recompensas. Las primeras se basan en el hecho de que los mecenas no esperan ninguna recompensa, sino que contribuyen por mera satisfacción, algo que suele darse en el caso de que se trate de un proyecto social o caritativo. En cuanto al segundo, quienes aportan dinero al proyecto reciben acciones del capital de la empresa que está a cargo del mismo. Una estrategia que suma el hecho de que, si el negocio va bien, se multiplica el beneficio de la inversión inicial. Optar por un crowdfunding de préstamos o crowdlending es comprometerse a devolver lo que se ha invertido, es decir, no se trata de una inversión, sino de un adelanto que espera ser recuperado en el futuro, con un interés añadido que suele estar marcado por el creador del proyecto.

El crowdfunding de royalties, por su parte, se basa en que aquellos que invierten en el proyecto esperan recibir, como mínimo, una parte simbólica de los beneficios de la empresa. Sin embargo, entre todos ellos, el tipo más popular es el último, el de recompensas: según la aportación que se haga al proyecto, así se recibirá una "recompensa" o premio, ya sea el producto que se va a desarrollar, merchandising o algún privilegio relacionado, entre otras opciones. En este sistema, existen casos en los que las cantidades demasiado pequeñas reciben una forma de agradecimiento, mientras que aquellas que se acercan o superan el precio final del producto podrán recibirlo una vez elaborado, a lo que se van sumando extras cuanto más elevada sea la cantidad invertida. Características que suponen una clara ventaja con respecto al resto, los cuales hay que tener también en cuenta a la hora de lanzarnos a elaborar una campaña de crowdfunding, dado que igual nos interesa decantarnos por otra clase de financiación dependiendo de nuestra situación.

5 Valora cuál es la plataforma más adecuada

Con el fin de colocar nuestro proyecto para una recaudación, hay múltiples plataformas de todo tipo disponibles para ello. Por esa razón, recogemos algunas de las más destacadas y que, en consecuencia, pueden tener más visitas que favorezcan nuestro proyecto durante la campaña, dependiendo de si alcanzan o no el nivel internacional: Kickstarter, Indiegogo, ambas estadounidenses y que permiten la financiación internacional; Ulule, plataforma líder de crowdfunding en Europa; y Verkami y Lánzanos, ambos sitios web españoles. La primera, Kickstarter, es sin duda la plataforma líder del crowdfunding, con proyectos organizados en función del ámbito en el que se enmarcan, volcada especialmente en aquellos productos de carácter creativo, algo perfecto para el mundo audiovisual.

En este caso, no admiten proyectos de caridad ni de carácter personal, al igual que exigen que, si se trata de un producto y no de una elaboración a ordenador, se envíe un prototipo para evitar engaños. Además, permite un máximo de sesenta días para financiar el proyecto, aunque recomienda que no supere la mitad y cobra un 5% de lo recaudado en caso de que se cumpla el objetivo marcado. En caso de no alcanzar la meta, ni se recibe el dinero acumulado ni la plataforma nos cobra, aunque sí disponemos de una segunda oportunidad para intentarlo, modificando el proyecto. Asimismo, cuenta con recursos como Kickstarter escuela y un servicio para responder dudas, con el fin de ayudar a aquellos que se inician en el mundo del crowdfunding. Al igual que Indiegogo, al ser norteamericana permite una financiación y alcance internacionales, con la principal diferencia de que te ingresen lo recaudado hayas alcanzado o no la cantidad que esperabas, lo que no te exime de cumplir con tus recompensas, además de que acoge proyectos destinados a causas sociales o particulares.

En cuanto a Ulule, esta plataforma abrió su sede en Barcelona en 2017 y está traducida a ocho idiomas de todo Europa, incluido el catalán. Como Kickstarter, juega al todo o nada, y debes tener en cuenta los cobros extra de comisión IVA, dependiendo del medio a través del cual recaudes el dinero. Verkami, por su parte, fue fundada en 2010 y es una de las plataformas de micromecenazgo españolas más importantes del país, que apuesta por el todo o nada y tiene un elevado porcentaje de éxito, con un máximo de cuarenta días para conseguir la recaudación. Por último, podemos encontrar Lánzanos, plataforma que consta de un proceso de "aprobación" previo, antes de que podamos comenzar a recaudar. Es decir, debemos recibir el apoyo de cien personas antes de poder acumular dinero y también permite recaudar fuera del mundo online, a través de vales.

6 Desarrolla una adecuada promoción

Una vez publicada nuestra campaña, es esencial que contemos con una adecuada promoción para conseguir la máxima financiación y alcance posibles. Para ello, Internet cuenta con múltiples herramientas a nuestra disposición, comenzando por las redes sociales. Por supuesto debemos tener en cuenta los perfiles y el uso que tiene cada una de ellas, dado que no podemos pretender publicitar nuestro proyecto a través de Facebook o a través de TikTok, donde incluso podemos encontrar un público potencial muy diferente y deberemos presentar nuestro producto de formas diferentes, dado la forma de plasmar el contenido de la que dispone cada red social.

Aunque pueda ser el medio más popular, hay más recursos aparte de las redes sociales a los que podemos recurrir, comenzando por elaborar un blog o una página web, fuera de la plataforma de crowdfunding, a través de los cuales publicitar y dar a conocer nuestro proyecto. Además, está la posibilidad de publicitarnos a través del email o apuntarnos a eventos relacionados con nuestro proyecto para darlo a conocer. Cualquier medio a través del cual podamos poner "en movimiento" nuestra campaña, publicitándonos y adquiriendo notoriedad, implica que aumentemos las posibilidades de alcanzar la cantidad que necesitamos para comenzar a trabajar, por lo que es una fase que no debemos subestimar y en la que hay que establecer una gran dedicación por nuestra parte.

7 Mantén un constante feedback

Mantener un buen feedback puede considerarse una parte de la promoción, pero es un aspecto que debemos tener muy en cuenta. Partimos de la base de que estamos pidiendo a personas, generalmente desconocidas, que confíen en nosotros para donarnos dinero y hacer realidad nuestro propósito, por lo que merecen una respuesta por nuestra parte, al igual que información sobre el proyecto. Por esa razón, más allá de que respondamos a los mensajes que nos lleguen, tanto por parte de nuestros "mecenas" como de aquellos que estén interesados en nuestro trabajo, es recomendable que actualicemos la información sobre el mismo.

Es decir, con el fin de evitar que nuestro proyecto caiga en el olvido, es importante que compartamos nuestro progreso, cambios o cualquier tipo de contenido que incluya nuestro proyecto, sobre todo si es audiovisual, puesto que es con el que más podemos atraer la atención tanto del público que no está apoyando como de aquellos que se topen con nuestra campaña, tanto dentro de la plataforma de crowdfunding como fuera, a través de los medios que empleemos para promocionarnos. Es una buena forma de acercarnos al público y acercar nuestro proyecto, con el fin de que nuestros inversores se puedan mostrar más seguros acerca de la confianza que han depositado en nosotros.

8 Cierra el proyecto

Una vez alcanzada la cantidad que necesitamos para llevar a cabo nuestro proyecto, es momento de ponernos a trabajar en ello y, además, elaborar las recompensas que hemos establecido para cada uno de los inversores. Asimismo, nunca está demás seguir la línea del feedback y dar las gracias a todos ellos, a ser posible de una forma personalizada, con el fin de dejar claro que el interés que han demostrado por nuestro proyecto es correspondido por nuestra parte.

En el caso de las recompensas, una buena forma de garantizar que cumplimos con nuestro compromiso es organizarnos con una base de datos, sobre todo cuando, de cometer errores, podemos ser denunciados. Por ese motivo, es importante seguir manteniendo vivo el feedback, en caso de que surjan inconvenientes o problemas en el proceso de entrega, con el fin de evitar problemas y seguir manteniendo la confianza de nuestros mecenas, especialmente cuando nuestro proyecto pretende vender el producto final más allá de aquellos que hayan invertido en su desarrollo. Todo ello demuestra un nivel de compromiso y profesionalidad que siempre jugará a nuestro favor, tanto como expertos en nuestro trabajo, como a la hora de dar cabida a nuestro proyecto presente y aquellos que desarrollemos en el futuro.